Su compromiso ético, su proximidad a la paz y la concordia, su cercanía al movimiento de la No Violencia la convirtieron en un símbolo en momentos oscuros de nuestra época.
Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes. A los quince años comenzó a publicar sus primeros poemas en distintos medios, y en 1947 apareció su primer libro de poemas:
Otoño imperdonable.
En 1952 viajó a Europa, donde, con la folclorista Leda Valladares, integró el dúo Leda y María; ambas actuaron y grabaron discos en París, Londres y Colonia (Alemania).
Desde 1958, ya en la Argentina, comenzó a escribir programas de televisión para chicos y para grandes, y realizó el largometraje Juguemos en el mundo, dirigido por María Herminia Avellaneda. También compuso guiones para cine, al tiempo que su música fue incorporada a filmes de trascendencia internacional.
En 1962 estrenó Canciones para mirar en el Teatro San Martín, con tan buena recepción que, al año siguiente, puso en escena Doña Disparate y Bambuco, con idéntica respuesta. Ambas obras se publicaron como libros en 2008.
Fotos: Sara Facio
Bibliografía
Tutú Marambá
Zoo Loco
El Reino del Revés
Dailan Kifki
Cuenatopos de Gulubú
Versos tradicionales para cebollitas
El Diablo Inglés
Chaucha y Palito
Novios de Antaño
Primera novela para adultos
Manuelita, ¿dónde vas?
Hotel Pioho's Palace
¡Cuánto Cuento!
Fantasmas en el Parque
Inclasificable como género, mezcla de novela, memorias y ficción.
María Elena Walsh fue muy reconocida entre sus pares y obtuvo numerosas distinciones: Premio Municipal de Poesía; Premio Argentores; Gran Premio SADAIC; Gran Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes; el Highly Commended del Premio Hans Christian Andersen de la IBBY, Dinamarca; Premio Gabriela Mistral, Chile; Konex de Honor (Letras), entre muchos otros.
En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires; en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina; en 2008 recibió el Reconocimiento Público de la Academia Argentina de Letras.
Desde los 15 años fue una de las expresiones más sobresalientes de su generación con una poética propia que enriqueció toda su obra convirtiendo a sus creaciones en verdaderos clásicos.
La importancia de sus títulos de literatura infantil trasciende la frontera de los países de habla hispana, ya que han sido traducidos al inglés, francés, italiano, sueco, hebreo, danés, chino, guaraní y vietnamita.
Su cancionero para adultos la consagró en los ’60 en la juglaresa argentina y en las décadas siguientes su obra periodística, en una de las pensadoras más comprometidas con el fortalecimiento de la democracia y la defensa de las minorías. Fue pionera en denunciar la desigualdad de género y dedicó años de gestión en distintos ámbitos con el propósito de incorporar a la mujer a todos los espacios.
Es y será un referente intelectual para muchas generaciones de argentinos.
María Elena Walsh murió en Buenos Aires el 10 de enero de 2011.